Nos consta que en estos momentos entráis más de lo habitual. Todas estamos pendientes del proceso de elección de la nueva Superiora General.

Después de la etapa previa, pasamos a la etapa de discernimiento propiamente dicho. A las 8:30 estamos en la sala capitular y ésta nos recibe con música de fondo y recogimiento. Veni sancte spiritu! Invocado durante más de cinco minutos. Es un momento denso, difícil y delicado, pero la sala invita a recogerse, a dejarse llevar, a adentrarse.

¿Señor, qué deseas en este momento de la historia, para este Cuerpo apostólico que formamos?

Mira nuestro deseo sincero de conocer tu voluntad, de buscar el Reino de Dios y su justicia y no nuestros propios intereses. Tú que actúas en cada una, ayúdanos a no encerrarnos en nuestras posiciones, a permanecer abiertas a tu querer sobre nosotras, de manera que sepamos escoger la vida, esa vida que tú nos ofreces en abundancia. (Decíamos en la oración)

Se entrega el resultado de la reflexión de ayer sobre los desafíos para el nuevo Gobierno, cualidades de la Superiora General y características de las Consejeras Apostólicas (os pondremos algo a lo largo del día). Junto a este documento se entrega una hoja con el sondeo de los nombres más repetidos que las hermanas enviamos desde nuestra P/D/R/V, colocados alfabéticamente.
Hasta las10:30 las capitulares tienen tiempo para orar y reflexionar sobre tres personas que consideran para Superiora General. Escribirán sus nombres en una papeleta y la depositarán en una cesta que se ha colocado en la sala capitular. Se trata de un voto indicativo. A las 11:30 estará hecho el escrutinio y las capitulares podrán recogerlo. Todo es silencio.

Hasta las 12:15, hora de la Eucaristía, las capitulares siguen en clima de oración. Durante ese tiempo si algunas de las que han salido en la lista desean decir algo a las capitulares, se lo comunican a la moderadora y está dará un espacio en la Asamblea que comenzaremos a las 15:15.